jueves, 30 de enero de 2014

CÓMO SE DETERIORA EL SUELO PËLVICO

  La primera forma de dañar el suelo pélvico es el embarazo. Durante el periodo de gestación el peso del útero y su tamaño aumenta. Además el tejido conjuntivo, formado por colágeno, que constituye el suelo pélvico y aporta firmeza, pasa a ser más elástico debido al cóctel hormonal. Además de esto, según pasan los meses nuestro eje de gravedad se modifica para poder mantener el equilibrio y esto hace que aumente la presión sobre el suelo pélvico que se ve incapaz de amortiguar ese esfuerzo.
El parto es otro factor que induce problemas de suelo pélvico. El mayor causante son los pujos que provocan un estiramiento del suelo pélvico, agravados por la postura en la que en los hospitales se da a luz normalmente. Además de esto, hay otros factores que durante el parto hacen que el suelo pélvico se dañe:
  • ●    Un expulsivo > de 15 minutos.
  • ●    Instrumentalización de más de 3,700kg.
  • ●    Perímetro craneal mayor de 35,5 cm.
  • ●    Episiotomías y/o desgarros.
Mucho de lo que ocurre en el parto puede ser paliado con una buena preparación a través de la fisioterapia obstétrica.

Otra cosa que causa grandes problemas de suelo pélvico es el estreñimiento.Una persona que no va al baño de forma “normal” (1 vez al día con una deposición de 500 gr de heces de consistencia semiblanda), debe empujar, y realiza los mismos pujos que cuando uno da a luz. Las mujeres dan a luz una media de dos veces en su vida, una persona estreñida “empuja” varias veces por semana, ¿os imagináis el desastre?.
    La herencia genética siempre está ahí, pero solo influye en un 2%, de modo que casi nadie hereda un mal suelo pélvico.
    La menopausia, es otro de los factores que debilitan el suelo pélvico, porque como os expliqué en el primer post, este está formado por músculo y colágeno. Este colágeno pierde calidad y capacidad de firmeza (de aguante) a lo largo de los años, pero sobre todo al disminuir los estrógenos, que es lo que ocurre en la menopausia.
    Los deportes de impacto tampoco ayudan porque realizan hiperpresión, es decir, el diafragma y las vísceras digestivas van a empujar a las vísceras de la pelvis haciendo que el suelo pélvico se estire. Todos aquellos deportes en los que el abdomen se abombe implican hiperpresión abdominal, así que buenas noticias NUNCA MÁS abdominales clásicos (prometo explicaros qué hacer para mejorar la tripa y disminuir la cintura, paciencia!). Conclusión ni botes, ni abdominales!!
    La cirugía, tanto abdominal como de las vísceras ginecológicas, hace que tengamos cicatrices. Estas cicatrices hacen que los tejidos no se muevan en condiciones, por ejemplo un músculo con una “costura” no se contrae igual que un músculo sin “remiendos”. Además, en el caso de la cirugía abdominal, al “romper” los abdominales, dañan el amortiguador por excelencia que junto al suelo pélvico contienen las vísceras y evitan los movimientos excesivos de ellas.
    Hay otros factores que aunque en menor incidencia entre la población afectan al suelo pélvico:
  • ●    Vestir prendas ajustadas. Las "bragafajas" o las fajas abdominales, son la mejor manera de DESactivar los abdominales y hacerlos perezosos. Si los abdominales se “atrofian” nuestro suelo pélvico será el único que amortigüe los efectos del día a día, así que si tienes una faja o te deshaces de ella o te la pones en muy contadas ocasiones.
  • ●    Obesidad, bueno, esto sí tiene incidencia y demasiada en la población a nivel mundial. El caso es que cuanto más grasa corporal tengamos, más peso tiene que aguantar el suelo pélvico.
  • ●    Tos crónica. La tos, es un esfuerzo que repetido en el tiempo hace que el suelo pélvico se deteriore al estirarse por cada tos.
  • ●    Tocar instrumentos de viento o cantar, por el uso excesivo del diafragma y el esfuerzo abdominal. Aquí podría incluir a la gente que se pasa el día hablando, por ejemplo profesoras.
¿Estás en riesgo de tener mal tu suelo pélvico? Ponle remedio antes de que se convierta en un problema, chequéate el suelo pélvico.
Artículo de haziafisioterapia, extraído de Fisioterapia Online

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